Este sermón habla acerca de como se debe predicar el evangelio, el cual muchas veces es lastimoso, incomodo, contrario a las enseñas de la iglesia moderna, en donde no se puede hacer sentir a la persona pecador, aislado, en donde las personas son victimas de las circunstancias o de diablo. Pero el evangelio solamente puede producir el deseo de dejar todo por Cristo o el aborrecimiento de la palabra de Dios
"Porque para Dios somos olor fragante de Cristo en los que se salvan y en los que se pierden. A los unos, olor de muerte para muerte;mientras que a los otros, olor de vida para vida.Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?"2 Corintios 2:15,16 |